“Cuando nos fuimos a trabajar desde casa el 16 de marzo, nuestro equipo pensaba que sólo íbamos a hacerlo por dos semanas o de manera temporal”, nos cuenta Ilda Hernández, Promotora de Salud y parte del equipo de Salud Comunitaria de Enlace.
Acomodarse a la nueva forma de trabajo fue un desafío importante para el equipo, quien hasta entonces realizaba el 100% de sus actividades de manera presencial y con citas. “Tuvimos que adaptarnos y tratar de buscar formas de seguir apoyando a nuestra comunidad, y por sobre todo, compartir recursos,” explica Ilda. Desde entonces el equipo de salud ha utilizado el teléfono y el internet como medios para continuar asistiendo a miembros de la comunidad con aplicaciones para la tarjeta médica y la tarjeta LINK. A finales de abril, el Estado compartió un formulario de autorización que facilitó el trabajo de las Promotoras de Salud, desde entonces y con consentimiento de los participantes, las Promotoras pueden llenar formas para la tarjeta médica en nombre de los participantes. “Para la tarjeta LINK, lo que hacemos es guiarlos a través del teléfono. Estamos con ellos paso a paso mientras nosotros tenemos también la aplicación abierta en nuestras computadoras, para poder decirles como llenar la forma en cada caja específica. Hemos hecho lo mismo con PEBT,” nos comparte Ilda y Amanda Benitez, Directora del equipo de Salud Comunitaria.
Las Promotoras también han ajustado la forma en que se reúnen con los participantes. El grupo de apoyo GEMAS ha utilizado Zoom como plataforma para reunirse a compartir experiencias durante esta pandemia. Inicialmente comenzaron reuniéndose cada dos semanas, pero luego, y debido a una petición de las participantes, los grupos se reúnen una vez por semana. “Los grupos han sido una fuente importante de apoyo para las mujeres de nuestra comunidad, que han debido apoyar a sus hijos en el aprendizaje y seguir llevando las tareas de la casa.”
La Villita altamente impactada por COVID-19
“Nuestra comunidad ha sido altamente impactada con COVID-19,”, dice Ilda. Desde marzo, el equipo ha tratado de referir a miembros de la comunidad a clínicas locales para que se realicen las pruebas de COVID-19 y también han sugerido contactar a personas con las que han tenido contacto en caso de que los resultados sean positivos. “Hemos hecho seguimiento a las personas que recibieron servicios a través de las Promotoras desde antes de la Pandemia. Sabemos que mucha gente necesita fondos de emergencia y hemos tratado de apoyar el esfuerzo de Enlace de ayudar a gente que lo están pasando mal con esta pandemia,” nos explica Ilda. Amalia es una madre joven, que estaba en su primer embarazo cuando fue infectada por COVID-19 junto con su esposo. Ella y su esposo pasaron unos días en el hospital y cuando nació su bebé, estuvo en una incubadora durante una semana. Esta familia no recibió ningún cheque de estímulo económico del gobierno y no tenía recursos suficientes para la llegada de su bebé. Recientemente, la familia fue una de las beneficiarias del Fondo de Emergencia de Enlace y está en casa, sana, con su bebé.
Desafortunadamente, COVID-19 también ha dejado como resultado altas cuentas hospitalarias. El equipo de salud esta abogando con los hospitales para que esas cuentas sean mandadas directamente a los programas de asistencia que existen a nivel estatal en vez de mandarlas a los pacientes. “Ha sido un trabajo complicado, pero no hemos descansado;” nos dice Amanda Benitez.
Desde marzo el equipo tiene alrededor de 50 contactos telefónicos por día. A pesar de que los servicios cara a cara han sido suspendidos, el trabajo no ha cesado y las ganas por ayudar y compartir información permanecen más firmes que nunca.
