Yola llegó a Estados Unidos en 1980 con su esposo. Ambos son de Los Altos de Jalisco, México. Yola tiene cinco hijos y ha vivido en La Villita desde su llegada.  Yola comenzó a trabajar como voluntaria en la escuela primaria Gary cuando su hijo estaba en el jardín de infantes. También apoyó el programa de violencia doméstica de mujeres en el Centro de Salud Familiar Jorge Prieto, abogando por mujeres y niños que sufren abuso. Yola es una líder natural. Está involucrada en iniciativas para promover el bienestar escolar, establecer jardines comunitarios y desarrollar el liderazgo de las mujeres. Su compromiso con su comunidad no le impide dedicar tiempo a su familia, amigos y vecinos. Su pasión y motivación son contagiosas, y atrae a sus amigos a nuevos proyectos e iniciativas, como la campaña para instalar una luz en un área de alto tráfico para garantizar la seguridad de la comunidad. El esposo de Yola, sus cinco hijos y cuatro nietos están muy orgullosos de ella y de sus contribuciones a la comunidad de La Villita.